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Medio ambiente en los sistemas lecheros por Fernando García, conferencistas del Foro INALE

La primera charla del Foro de este año estuvo a cargo del Director General de Recursos Naturales del MGAP, Fernando García Préchac, quien expuso sobre el medio ambiente en los sistemas lecheros y el impacto en la contaminación en aguas superficiales y profundas en Uruguay.

El Dr. García explicó que la normativa actual (decreto N° 253) establece que en el agua los niveles de fósforo total no pueden exceder los 25 microgramos por litro y los niveles de nitrato (NO3) no pueden exceder los 10 miligramos por litro. En las aguas superficiales el principal problema es el fósforo y en las aguas profundas el nitrógeno.

Mediciones de la calidad del agua realizadas en el año 2011 en varios puntos de la cuenca del río Santa Lucía muestran el fósforo total en un mínimo de 300 microgramos por litro (muy por encima del límite), con un promedio aproximado de 500 microgramos por litro. Desde 2014 DINAMA monitorea en el río Santa Lucía la presencia en agua de Atrazina, Glifosato, AMPA y Endosulfán y se concluye que los niveles de detección de los agroquímicos estuvieron siempre por debajo del valor estándar.

García dijo que la evidencia oficial indica que el principal problema no es el glifosato ni otros agroquímicos. El problema principal de la contaminación del agua es por sedimentos que tienen niveles importantes de fósforo. En ese sentido la siembra directa que se basa en el uso del glifosato y no laboreo de la tierra es una tecnología más conveniente que el laboreo convencional porque reduce la erosión y el arrastre de sedimentos a los cursos de agua.

Los mecanismos de la contaminación del agua con fósforo son por fuentes difusas y por fuentes puntuales. Las fuentes difusas se originan por la erosión de los suelos que termina llevando sedimentos a los cursos de agua y por escurrimiento de los compuestos solubles (cuando se satura la capacidad que tiene el suelo de retener fósforo, queda suelto y se va con el agua de escurrimiento). Las fuentes puntuales se originan por la llegada a los cursos de agua de efluentes industriales y urbanos no tratados y por lo tanto contaminados.

Cuatro propuestas y medidas que planteó García para mitigar el problema.

1. Controlar la erosión de suelos, extendiendo a todas las actividades agrícolas y pecuarias de esta cuenca los planes de uso de suelo.
2. Controlar la fertilización fosfatada, permitiéndola solo cuando los análisis de suelo arrojen valores de fósforo soluble por debajo de los niveles críticos determinados por la investigación nacional disponible. Otra práctica necesaria es la de incorporar el fertilizante
fosfatado al suelo, para así disminuir la estratificación de fósforo en las primeras capas del suelo, usando inyección sub-superficial de fertilizantes fosfatados y del estiércol.
3. Establecer áreas de exclusión aledañas a los cursos y embalses de aguas superficiales, incluyendo la recuperación de la vegetación ribereña, así como la exclusión de la llegada directa de animales a abrevar en dichas aguas (áreas filtros o buffer).
4. Necesidad de mejorar los vertidos de los efluentes de los tambos a través de la aplicación de tecnologías de tratamiento y su correcta gestión. También, la importancia de controlar los feed-lots y otras fuentes puntuales asociadas a confinamientos de animales.

 Para acceder a la presentación completa click aquí: Presentación Fernando García

Vídeo completo de la presentación de Fernando García:

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