Calcio: huesos fuertes en todas las etapas de la vida

El calcio es uno de los minerales más abundantes y esenciales del cuerpo humano. Su función principal es formar y mantener huesos y dientes fuertes, pero también participa en la contracción muscular, la coagulación de la sangre, la transmisión nerviosa y el ritmo cardíaco.

Los lácteos —leche, yogur y queso— son la fuente más biodisponible de calcio, lo que significa que el cuerpo lo absorbe con mayor facilidad. A diferencia de otras fuentes vegetales, el calcio de la leche viene acompañado de vitamina D, fósforo y proteínas, que favorecen su aprovechamiento y fortalecen la estructura ósea.

Un vaso de leche aporta cerca del 25% del calcio diario recomendado para un adulto.
Consumir lácteos a lo largo de toda la vida, especialmente en la infancia, adolescencia y adultez temprana, contribuye a alcanzar una masa ósea óptima y prevenir enfermedades como la osteoporosis en la edad adulta.

Fuentes: FAO, FEPALE, IDF, OMS.